El
corazón es un órgano que funciona de forma automática, controlado por las
funciones vitales del cerebro, a tal punto que según los médicos, no duele
durante un infarto, el dolor que sentimos es un desgarro muscular o una
contractura muscular. Carece de pensamiento o sentimiento propio, al igual que
cualquier otro órgano vital del cuerpo humano. Inclusive médicamente se ha
comprobado que las personas que padecen de Alzhéimer, corren riesgo de que su
cerebro olvide la función vital del corazón, que es latir y provoque su muerte.
Si
tuviese pensamiento propio esto no seria lógico que suceda.
Pero de
todas formas y a pesar de estas afirmaciones científicas, nosotros nos llenamos la boca diciendo frases
como;
“De corazón te lo digo”,
“Te amo
con todo mi corazón”
y otras
tantas.
Con este
tipo de apreciaciones, lo que tratamos de decir con extremo énfasis, es que
ponemos en juego nuestras funciones vitales, porque así lo sentimos
inconcientemente o así lo pensamos en forma conciente.
Por lo
tanto los sentimientos se generan en nuestro cerebro, de forma conciente o
inconciente.
En mi
humilde ignorancia pienso, que el estado de enamoramiento se genera de forma
inconciente en nuestro subconsciente, ante la sensación de sumo bienestar o
plenitud que sentimos cuando la otra persona en cuestión, se encuentra presente.
Creo es
el sentimiento mas egoísta que ejecuta el cerebro humano, ya que solo nos
permite pensar en nuestro éxtasis, cuando esa otra persona comparte actitudes
con nosotros.
También
creo que el amor no se relaciona
directamente con el corazón, dado que este órgano, no siente, ni piensa, sino
que es el cerebro que con pensamientos, va creando de forma conciente un
sentimiento cada vez mas firme y consolidado, que luego por medio de actitudes
diarias vamos demostrando hacia esa otra persona, que sentimos con el tiempo
nos retribuye lo mismo y consideramos seria el ideal de persona, que nos
gustaría tener a nuestro lado para ser testigo fiel, de nuestra vida y nuestros
actos.
Por esta
razón también creo que, el amor no tiene relación con el sexo, porque el sexo
es el instinto animal que posee el ser humano para su reproducción, un pensamiento
carnal reproductivo automatizado encendido por nuestra libido, por lo tanto
pasa mas por nuestro subconsciente, que por nuestro conciente racional.
De aquí
que concluyo en decir;
“El amor verdadero
se piensa y se vive,
antes y después del
sexo”.
Estudios recientes
revelaron que dos estructuras del cerebro en particular, la ínsula y el núcleo
estriado, eran las responsables
tanto del deseo sexual como del amor.
La ínsula es una porción de la corteza cerebral que está
plegada en una zona entre el lóbulo temporal y lóbulo frontal, mientras que el
núcleo estriado está localizada cerca, en el cerebro anterior.
Los científicos observaron que tanto el amor como el deseo
sexual activan diferentes áreas del núcleo estriado.
El área que se activa con el deseo sexual se activa
también con otras cosas que producen placer, como la comida.
Pero el área del núcleo estriado que se activa con el amor
es mucho más compleja, aunque se activa con el placer o deseo sexual, sólo
funciona cuando hay algo con "un valor inherente" para activarla.
"Nadie había colocado estos dos sentimientos juntos
para ver cuáles eran los patrones de activación" explica el profesor Jim
Pfaus quien dirigió el estudio.
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